El segundero no avanza
tus manos ya no existen
la luna me llora
mis versos ya se extinguen.
Las fuerzas huyen por mis dientes
que rechinan iracundos de dolor
los balcones ya me aplastan
entre nubes de autobús.
Se me fue la vida más rápido
que la infancia de la que escapé
Se hundieron en mis decepciones
mis inertes esfuerzos por seguir.
Pronto desvaneceré
entre el concierto de bocinas
y miserias que hoy me lloran.